miércoles, 25 de julio de 2012

Un Buen Abogado.

Una colega de la República Dominicana, Clara de la Cruz, nos preguntaba en un Grupo Virtual nuestra opinión sobre lo que se entiende hoy día por ser un ¨buen abogado¨ Agradeciendo la pregunta que me sirve para reflexionar. Yo pienso que un buen abogado es aquél que se preocupa por los verdaderos intereses de su cliente. Aún cuando, a veces, los clientes no puedan ver claramente que les resulta mejor contribuir a la construcción de un sólido Estado de Derecho que obtener una victoria usando medios dudosos. En mi país, México, esta cuestión se pone de manifiesto de forma dramática hoy en día. Cuando intereses muy oscuros del crimen organizado y algunos otros intentan echar por tierra lo que se ha construido, la ética y el profesionalismo son más necesarios que nunca porque podemos llegar a ser la última valla entre la civilización y la ley del más fuerte. En cuanto a la competencia desleal, ya tengo los suficientes años para saber que un cliente que se va porque le ofrecen arreglar su asunto más rápido y más eficazmente generalmente regresa después de una decepción. Lo que hoy me preocupa es la tendencia internacional de convertir a nuestra profesión en una industria, un negocio que relega los verdaderos valores que durante dos milenios hemos defendido; como la justicia, la compasión y el buen juicio, sabio y humano; para regirse con criterios mercantiles de eficiencia y lucro en lugar de atender los problemas que se nos presentan como verdaderos conflictos entre seres humanos iguales en respeto y dignidad. Gonzalo X. Villava Alberú (Julio 2012)

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